. Vistas de Tablada del Rudrón en primavera.
. Campos de margaritas.
. Cerezo de Trascasa en flor.
. Esquédano en Rehoyo
Fotos y Artículo: JACINTO CAMPILLO CUEVA
Un año más, la primavera de 2011 traía a nuestros corazones la alegría de la floración y la sonrisa del sol.
Las margaritas tapizaban los campos cubiertos de verde hierba y los cerezos se vestían de blanco, nuncios de una prometedora cosecha si las heladas tardías no lo impedían.
Un año más, la primavera de 2011 traía a nuestros corazones la alegría de la floración y la sonrisa del sol.
Las margaritas tapizaban los campos cubiertos de verde hierba y los cerezos se vestían de blanco, nuncios de una prometedora cosecha si las heladas tardías no lo impedían.
Los pájaros no cesaban de trinar; las gentes llegadas, cada fin de semana en mayor número, animaban de nuevo las calles, la plaza y las huertas.
Todavía los árboles permanecían desnudos, deshojados y tristes, a pesar de los tibios rayos del sol que un inmenso cielo azul no cesaba de prodigar.
Todavía los árboles permanecían desnudos, deshojados y tristes, a pesar de los tibios rayos del sol que un inmenso cielo azul no cesaba de prodigar.